26 mayo 2025

La ciudad de Girona acogió del 20 al 22 de marzo el 34º Congreso de Comunicación y Salud, organizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y al que asistieron más de 400 especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria. Bajo el lema: “Escuchar para entender, entender para acompañar”, se resaltó la importancia de establecer una relación especialistas-paciente basada en la comunicación, comprendiendo sus necesidades en su diversidad y brindando una atención integral y humanizada.  Además, fomenta la mejora de las habilidades comunicativas como vía para reducir la carga emocional de los profesionales sanitarios y el estrés derivado de la atención. Así, se trata de una intervención con una doble vertiente de beneficio. 

Atender desde la diversidad 

En España, un 14 % de la población adulta se identifica como parte del colectivo LGTBIQA+, según un estudio de Ipsos; lo que resalta la importancia de generar espacios seguros y libres de prejuicios desde la consulta médica. 

“Como profesionales sanitarios no estamos exentos del estigma, en muchas ocasiones presentamos actitudes y creencias negativas - incluso de forma inconsciente- que nos hacen presentar conductas hirientes o discriminatorias”, expuso María Rodríguez Barragán, Coordinadora del Comité Científico del Congreso. “Es crucial trabajar sobre ello para proporcionar una asistencia de calidad. Asimismo, debemos tener en cuenta que el estigma puede provocar vergüenza, menor autoestima y sensación de fracaso personal en algunos/as pacientes; y, todo ello, puede conducir a posponer el contacto con los profesionales y a retrasos terapéuticos en algunos casos”, añadió. 

Por ello, el congreso incluyó la línea temática “Comunicación en la diversidad”, que ofreció talleres prácticos para desarrollar una comunicación empática con colectivos como personas LGTBIQA+, población con obesidad, víctimas de violencia de género y personas mayores, entre otros. 

Cuidar la comunicación entre profesionales 

La pandemia ha incrementado el estrés y las incapacidades laborales entre el personal sanitario, alcanzando el 9% en los últimos tres años. La falta de comunicación interna y la mala gestión de conflictos se han convertido en factores que agravan esta situación, dando lugar al síndrome de burnout.  

“Habilidades como la empatía y asertividad son claves para favorecer un entorno laboral en el que se respetan las opiniones de todos y cada uno se sienta capaz de dar la suya propia, explica María Rodríguez.  Por ello, el congreso también abordará la “Comunicación saludable y el autocuidado”, orientada a dotar a los profesionales de recursos que mejoren la convivencia en los equipos de trabajo y la satisfacción laboral. 

La comunicación en situaciones de exclusión social 

En contextos de exclusión, violencia, precariedad, pobreza o cualquier situación de injusticia social, la consulta médica va más allá de lo estrictamente clínico, abarcando demandas de protección o apoyo social que conforman una “relación terapéutica extendida”. “Estas peticiones pueden expresarse abiertamente o estar implícitas en la consulta, pero forman parte de la expectativa de los pacientes durante la consulta” ha detallado María Rodríguez. “A menudo los profesionales no estamos preparados para sobrellevar estos encuentros, ya que nos dejan sensaciones de impotencia, malestar y angustia”, concluyó. 

El congreso puso especial atención en este enfoque, ofreciendo recursos prácticos que permitan a los sanitarios afrontar con mayor eficacia este tipo de situaciones y responder de manera adecuada a las múltiples necesidades que plantean estos pacientes.