Superadmin 10 agosto 2012
La magia de la ciudad de Granada hizo que se encontraran dos almas. La una, Mónica, buscaba hacer llegar sus conocimientos sobre el yoga y la idea de su utilidad en comunicación a amigos y compañeros de profesión. La otra, Isabel, buscaba herramientas para regular el componente neurofisiólogico de las emociones. Y allí se fundieron. Y gracias al empujoncito de Eva, que desde el principio lo visualizó como un bonito proyecto, nació la idea de hacer un retiro para practicar yoga, y a través de su práctica ayudar a regular nuestra esfera emocional.

Ante nosotras teníamos el reto de transmitir dos ideas fundamentales: que las técnicas de yoga se pueden utilizar para entender mejor nuestro cuerpo y nuestra actividad mental, y que el yoga es una excelente herramienta para regularlo a nivel fisiológico y cognitivo. También el reto de plasmar estas ideas en una práctica de yoga que nos ayudara a demostrar cómo la emoción se reconoce en ciertos lugares de nuestro cuerpo, y cómo desde ellos podemos recuperarla, para disfrutarla o para modificarla.

El último fin de semana de julio, compañeros del grupo CyS de Catalunya, junto a otros amigos de profesión y foráneos, nos reunimos en un rincón del Parque Natural del Montseny para compartir una experiencia que ha sido muy enriquecedora para todos. El aire del Montseny ha sido testigo de nuestro crecimiento personal a través de la práctica del yoga, disciplina capaz de ayudar a regular nuestra emocionalidad a través de la respiración, la postura, los movimientos, la meditación... y el silencio. De una manera libre y empírica queríamos que cada persona experimentase con su cuerpo y su mente, sin orientarla sobre el objetivo final; que se diera cuenta de que con la práctica del yoga no sólo actuamos sobre nuestra fisiología, sinó también sobre el pensamiento y el comportamiento, de ahí su efecto global en la regulación emocional de las personas. Y como personas primero (todos nosotros) y como médicos algunos, constatamos que (en palabras de nuestra amiga Roser) “tomar conciencia de nuestra respiración, nuestra postura, escuchar el cuerpo... es muy útil para el día a día porque el estar bien con nosotros mismos nos ayuda a estar mejor con los demás y disfrutar más aún en la vida diaria y en la consulta”.

Estar presentes; ser conscientes de lo que nos ocurre hoy, aquí y ahora. Esa creemos que fue una de las grandes enseñanzas de ese fin de semana. Un fin de semana lleno de emociones; un fin de semana que se convirtió en un intercambio, como sucede en la consulta: las personas nos aportan sus vivencias, nosotros las catalizamos con nuestra experiencia y el resultado esperado es mejorar su salud, y la nuestra.

El proyecto que nació en Granada, creció en Barcelona y ha madurado en el Montseny gracias a las aportaciones de todos, es el inicio de una (deseamos) larga andadura que nos gustaría compartir con todos los miembros del grupo. Gracias a todos los que nos habéis acompañado y a los que habéis creído en nosotras. Y bienvenidos todos los que queráis compartir las futuras prácticas de "yoga emocional".

 

Isabel Ortiz García

Médico de familia CAP Breda. Girona

Máster en Educación Emocional por la UB (2008-2010)

Docente habitual en Entrevista clínica y emociones

Monica Teran Diez

Médico de familia CAP Maragall. Barcelona

Formación de profesor de yoga 200 h por la yoga aliance

Vicepresidenta de la sección Medicos en formación del Colegio de Medicos de Barcelona

Miembro de vasco da gama wonca

Miembro del grupo de trabajo jóvenes Medicos de familia Camfic